El dolor que no cesa
Auschwitz, Birkenau, Buchenwald, Treblinka, Maidanek, Mathaussen, Bergen-Belsen, son los nombres más infames del siglo XX, un siglo signado por guerras mundiales, exterminios, limpiezas étnicas y armas de destrucción masiva. Siglo de sueños utópicos, heredados de otros siglos, sueños de la razón y de la técnica, que producen monstruos como nunca antes. En esta serie de trabajos, titulada “Legado”, Adrián Levy encara la dura y difícil tarea de representar lo irrepresentable, de acercarse a lo inexpresable; y sale airoso de esa tarea, si es que eso es posible después de internarse en el horror. El mismo artista cuenta la enorme angustia que le provocó la investigación previa a la producción de esta serie. La necesidad absolutamente terapéutica de realizarla para exorcizar el dolor. Ninguna imagen realista, -ninguna imagen mimética, para ser más exactos- podría dar cuenta del horror tan eficazmente como lo hacen estas imágenes expresionistas de Adrián Levy. Por si fuera poco, Levy se mete con un tema que es casi un tabú: la sexualidad en esos campos de la muerte, donde había que hacerse invisible a los ojos de los guardias para tener una mínima esperanza de sobrevivir, y es justamente ese nudo perverso entre muerte, tortura y sexualidad lo que hace aún más perturbadoras estas imágenes. “Sólo queda en la memoria aquello que no cesa de doler”, dijo Friedrich Nietzsche; las obras de esta muestra de Adrián Levy, son dolor y memoria de la atrocidad más grande cometida en el seno de la civilización occidental. Un dolor que no cesa.
Marcelo Pelissier,
Auschwitz, Birkenau, Buchenwald, Treblinka, Maidanek, Mathaussen, Bergen-Belsen, son los nombres más infames del siglo XX, un siglo signado por guerras mundiales, exterminios, limpiezas étnicas y armas de destrucción masiva. Siglo de sueños utópicos, heredados de otros siglos, sueños de la razón y de la técnica, que producen monstruos como nunca antes. En esta serie de trabajos, titulada “Legado”, Adrián Levy encara la dura y difícil tarea de representar lo irrepresentable, de acercarse a lo inexpresable; y sale airoso de esa tarea, si es que eso es posible después de internarse en el horror. El mismo artista cuenta la enorme angustia que le provocó la investigación previa a la producción de esta serie. La necesidad absolutamente terapéutica de realizarla para exorcizar el dolor. Ninguna imagen realista, -ninguna imagen mimética, para ser más exactos- podría dar cuenta del horror tan eficazmente como lo hacen estas imágenes expresionistas de Adrián Levy. Por si fuera poco, Levy se mete con un tema que es casi un tabú: la sexualidad en esos campos de la muerte, donde había que hacerse invisible a los ojos de los guardias para tener una mínima esperanza de sobrevivir, y es justamente ese nudo perverso entre muerte, tortura y sexualidad lo que hace aún más perturbadoras estas imágenes. “Sólo queda en la memoria aquello que no cesa de doler”, dijo Friedrich Nietzsche; las obras de esta muestra de Adrián Levy, son dolor y memoria de la atrocidad más grande cometida en el seno de la civilización occidental. Un dolor que no cesa.
Marcelo Pelissier,
Junio de 2009
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¿Cuáles son las razones de mi pintura sobre el Holocausto?
En 1999 una colega me invitó a participar en una trienal relacionada con la temática del holocausto, a realizarse en el ex campo de concentración (Majdanej) Polonia. Hasta ese entonces no me había dado cuenta la importancia que ese tema tenía sobre mi, principalmente la gente que había vivido la experiencia en dichos campos. Enseguida vinieron a mi mente los anteojos de mi abuelo, y me imaginé una situación queme impresionó bastante, la de un anciano golpeado, tratando de recuperar sus únicos lentes.
Desde ese momento las preguntas comenzaron a aparecer.
De inmediato, comencé a recopilar material, lo que me llevó a conseguir todo tipo de información como películas, artículos personales, libros, etc. Hubo un libro en particular llamado "Ya no hay mariposas aqui" que fue pintado por niños que vivieron en campos de concentración el cual fue la fuente de inspiración de una de mis obras, la que denominé con el mismo nombre.
Las preguntas no dejaron de rondar en mi mente al igual que las imágenes. al mismo tiempo surgió una pregunta que tomó bastante fuerza y es ¿Qué hubiera sucedido si yo y mi familia hubieramos estado frente a un nazi armado? Las imagenes y el horror se apoderaron de mi y me di cuenta que estaba en medio de una depresión: sin embargo sabía que tarde o temprano dicha temática llegaría a agotarse al igual que había sucedido anteriormente con otras y asi decidí seguir hasta las últimas consecuencias.
Finalmente, el lado perverso de la humanidad me hizo cuestionarme desde diferentes ángulos, lo que me llevó a comprender que yo pintaba lo que ellos habían hecho y que mis obras no son ni la sombra de lo que esos mártires habían vivido.
En 1999 una colega me invitó a participar en una trienal relacionada con la temática del holocausto, a realizarse en el ex campo de concentración (Majdanej) Polonia. Hasta ese entonces no me había dado cuenta la importancia que ese tema tenía sobre mi, principalmente la gente que había vivido la experiencia en dichos campos. Enseguida vinieron a mi mente los anteojos de mi abuelo, y me imaginé una situación queme impresionó bastante, la de un anciano golpeado, tratando de recuperar sus únicos lentes.
Desde ese momento las preguntas comenzaron a aparecer.
De inmediato, comencé a recopilar material, lo que me llevó a conseguir todo tipo de información como películas, artículos personales, libros, etc. Hubo un libro en particular llamado "Ya no hay mariposas aqui" que fue pintado por niños que vivieron en campos de concentración el cual fue la fuente de inspiración de una de mis obras, la que denominé con el mismo nombre.
Las preguntas no dejaron de rondar en mi mente al igual que las imágenes. al mismo tiempo surgió una pregunta que tomó bastante fuerza y es ¿Qué hubiera sucedido si yo y mi familia hubieramos estado frente a un nazi armado? Las imagenes y el horror se apoderaron de mi y me di cuenta que estaba en medio de una depresión: sin embargo sabía que tarde o temprano dicha temática llegaría a agotarse al igual que había sucedido anteriormente con otras y asi decidí seguir hasta las últimas consecuencias.
Finalmente, el lado perverso de la humanidad me hizo cuestionarme desde diferentes ángulos, lo que me llevó a comprender que yo pintaba lo que ellos habían hecho y que mis obras no son ni la sombra de lo que esos mártires habían vivido.
Adrian Levy
